Solemne Triduo en honor del Stmo. Cristo Resucitado
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DÍA PRIMEROPor la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro. Lectura del Santo Evangelio Según San Juan (3-31-36) El que viene de lo alto está por encima de todos. El que es de la tierra es de la tierra y habla de la tierra. El que viene del cielo está por encima de los dos. De lo que ha visto y ha oído da testimonio, y nadie acepta su testimonio .. El que acepta su testimonio certifica que Dios es veraz. El que Dios envió habla las palabras de Dios porque no da el Espíritu oon medida. El Padre ama al Hijo y todo lo ha puesto en su mano. El que cree en el Hijo posee la vida eterna; el que .no crea al Hijo .no verá la vida, sino que la ira de Dios pesa sobre ét MEDITACIÓN: "Mujer, ¡Por qué lloras?: Las Horas amargas de1 calvario han dejado una huella profunda en los discípulos. Aflora en ellos la duda, y el desencanto . Les viene el deseo de regresar al pasado, de no haberse encontrado nunca con Cristo, de no haberle nunca entregado su amor. Quizás el prototipo de estos momentos de soledad y abandono es María Magdalena. Ella había cambiado radical mente su vida para consagrarse completamente al amor de Jesucristo, y sin ernbargo ahora no lo encuentra. Llora desconsolada. A nosotros también nos ocurre que el Señor se nos esconde. "no lo hallamos con la facilidad d de antes, y podria, tocar a nuestra puerta el llanto y la desazón. É1 ha muerto, y parece que todo ha terminado.. ¡Lo tiene de1ante y no lo reconoce! ¿No nos sucede a nosotros eso? Cristo está delante de nosotros en esa situación dificil, en ese fracaso aparente, en las pequeñas cruces de todos los dias. Y nos pregunta, nos grita de mil maneras diversas ¿por qué lloras? ¿No te has dado cuenta de que he resucitado y estoy contigo para siempre? Santísimo Cristo Resucitado, que diste paz a los apóstoles, reunidos en oración, diciéndoles: "La paz esté con ustedes", concédenos el don de la paz. Defiéndenos del mal y de todas las formas de violencia que agitan a nuestra sociedad, para que tengamos una vida digna, humana y fraterna. Oh Jesús que moriste y resucitaste por amor, aleja de nuestras familias y de la sociedad todas las formas del deseperación y desánimo, para que vivamos como personas resucitadas y seamos portadores de tu paz. ¡Amen!. Padre Nuestro... Oración.- Oh Dios que por la Resurrección de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, te has dignado a dar alegría al mundo, concédenos que, por la intercesión de su Madre, la Santísima Virgen María en su Soledad Coronada, alcancemos el goce de la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amen |
DÍA SEGUNDOPor la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro. Lectura del Santo Evangelio Según San Juan (3-31-36) En arquel tiempo, jesús se marchó a la otra parte del mar de Galilea, o de Tiberíades, Lo seguía mucha gente, porque habían visto los signos que hacía con los enfermos Subió Jesús entonces a la montaña y se sentó allí con sus discípulos. Estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos: Jesús entonces levanó los ojos y al ver que acudía mucha gente, dice a Felipe: «¿Con qué compraremos panes para que coman estos?». Lo decía para probarlo. pues bien sabía él lo que iba a hacer. Felipe le contestó: <<Doscientos denarios de pan nor bastan para que a cada uno le toque un pedazo>. Uno de sus discípulos, Andrés,el hermano de somón Pedro, le dice: «Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero ¿ qué es eso para tantos?». Jesús dijo: «Decid a la gente que se siente en el suelo» Había mucha hierba en aquel sitio. se sentaron; solo los hormbres eran unos cinco miL Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias . y los reaprtió a los que estaban sentados y lo mismo todo lo que quisieron de pescado. Cuando se saciaron. dice a sus discipulos: Recoged Ios pedazos qu han sobrado; que nada se pierda ». Los recogieron y 11ena ron doce canastos con los pedazos de. los cinco panes de cebada qu sobraron a los que habían oomido. La gente entonces, a1 ver e1 signo que había hecho, decía:
MEDITACIÓN: "El Amor?: Acoger a Dios si no se traduce en acoger a los hermanos, puede quedar en una evasión sentimental, vacía, sin actos. Quien ha encontrado al Padre, no puede ya vivir como antes: tiene que convertirse él en cauce del Amor de Dios hacia los hombres. Tiene que repartir el Amor y el Perdón de Dios, con la misma generosidad y gratitud con el que lo ha recibido. Este amor recibido y transmitido, debe ser la nueva energía que haga renacer un mundo nuevo. Debe ser la fuerza que construya los sólidos cimientos de un universo distinto. Santísimo Cristo Resucitado, que diste paz a los apóstoles, reunidos en oración, diciéndoles: "La paz esté con ustedes", concédenos el don de la paz. Defiéndenos del mal y de todas las formas de violencia que agitan a nuestra sociedad, para que tengamos una vida digna, humana y fraterna. Oh Jesús que moriste y resucitaste por amor, aleja de nuestras familias y de la sociedad todas las formas del deseperación y desánimo, para que vivamos como personas resucitadas y seamos portadores de tu paz. ¡Amen!. Padre Nuestro... Oración.- Oh Dios que por la Resurrección de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, te has dignado a dar alegría al mundo, concédenos que, por la intercesión de su Madre, la Santísima Virgen María en su Soledad Coronada, alcancemos el goce de la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amen
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DÍA TERCEROPor la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro. Lectura del Santo Evangelio Según San Juan (6-16,21) Al oscurecer, los discípulos de jesús bajaron al mar, embarcaron y empezaron la travesía hacia Cafarnaún. Era ya noche cerrada, y todavía Jesús no los había alcanzado; soplaba un viento fuerte, y el lago se iba encrespando. Habían remado unos veinticinco o treinta estadios, cuando vieron a Jesús que se acercaba a la barca, caminando sobre el mar, y se asustaron. Pero él les dijo: «Soy yo, no temáis». Querían recogerlo a bordo, pero la barca tocó tierra en seguida, en el sitio adonde iban. Palabra del Señor Meditación: «La Iglesia»
Santísimo Cristo Resucitado, que diste paz a los apóstoles, reunidos en oración, diciéndoles: "La paz esté con ustedes", concédenos el don de la paz. Defiéndenos del mal y de todas las formas de violencia que agitan a nuestra sociedad, para que tengamos una vida digna, humana y fraterna. Oh Jesús que moriste y resucitaste por amor, aleja de nuestras familias y de la sociedad todas las formas del deseperación y desánimo, para que vivamos como personas resucitadas y seamos portadores de tu paz. ¡Amen!. Padre Nuestro... Oración.- Oh Dios que por la Resurrección de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, te has dignado a dar alegría al mundo, concédenos que, por la intercesión de su Madre, la Santísima Virgen María en su Soledad Coronada, alcancemos el goce de la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amen
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