Page 11 - Anuario 2021
P. 11
Carta del Párroco y Director Espiritual
Antonio Santos Moreno Pbro.
Una madre que es Esperanza
Y de esperanza se trata y aprove- la luna, cuando Juan el Precursor Anuario… siempre en la esperan-
chando precisamente que se me le da su sitio al Mesías, cuando es- za, de un Dios que te busca, que
invita a escribir estas primeras cuchamos el Sí pleno de María… sale a tu encuentro, que te llena
líneas para el anuario de nuestra todo se torna Esperanza, una Es- de alegría y te regala a su bendi-
Hermandad, y además siendo el
día de la Esperanza… no puedo peranza llena de pascua… pascua ta Madre, un misterio insondable,
sino invocar este don del Espíritu de navidad, pascua de reyes, pas- la amistad, la ternura. La esencia
Santo, para todos los hermanos y cua de resurrección, pascua de pura de la verdad, el bálsamo en
hermanas de nuestra Hermandad pentecostés.. todos es paso, paso la herida, el brazo donde se apo-
Soleaera. de la oscuridad a la Esperanza, ya el fracaso y se ayuda la caída.
luz eterna de Dios que pasa. El lazo de la vida, la comprensión
Frente al sufrimiento, a la pobre- Pasan los años, y sigo vuelto cada y la amabilidad, la luz que sin ser
1 0 / za, frente a la enfermedad y a la día a contemplarte y esperar en salud es la vida en la enfermedad.
ausencia de nuestros seres queri- tí, para poder ofrecer alegría,
dos, frente a tanta crítica y men- paz, vida digna y mucha dicha en La misericordia, refugio del per-
tira, frente a la desesperanza y al nuestras casas… esperanza frente seguido, el pan del hambriento, el
abandono, siempre… siempre hay
esperanza. Una esperanza cier- a toda desesperanza. Y tú que re- agua del sediento, y en el desnu-
ta que brota del encuentro con sucitado eres el culmen de ella… Y do vestido. Tú Señor, en tu madre
el amor. Ese amor que nos salva tú que yacente nos muestras que la alegría en el anciano, lo divino
del hastío, del descreimiento, de en la muerte no está el ?nal… Y tú y lo humano, la risa, la alegría, la
la rutina, por eso en el caer de las que sin llorar esperas… en la es- razón de cada día que nos motiva
hojas del almanaque, cuando las peranza de tu Hijo, que reina a su el caminar, tú Señor Resucitado,
tardes se agotan como la arena manera, a la manera de los humil- tú que yacente nos muestras el
des y sencillos, en la manera de
de la playa en las manos de un los pobres y desapercibidos, de amor más divino y más huma-
niño, cuando parece que todo los que se hacen pequeños, para no, tú que en tu Madre Soledad
se ha tornado oscuridad y tar- ayudar a los pequeños, en los que eres el cariño que acompaña la
des cortas, casi sin esperarlos… no son indiferentes y buscan ser paciencia, la inocencia y la que
empiezan los brotes y renuevos, consuelo, y paño de lágrimas de sostiene la pena ajena y abraza
las rosas y el rocío de la mañana. aquellos que no lo tienen. Y tu al enemigo, el que en toda nece-
Empiezan las tardes a pedir paso
y lo que solo eran nubes negras madre, sí madre de la Esperanza, sidad vives y te re?ejas en la ca-
de dolor y sufrimiento se torna madre de los enfermos, madre ridad del hermano. Tú Soledad…
aceptación, gratitud y oportuni- que nunca estas sola y siempre nos invitar a vivir en la Esperanza
dad. Cuando el sol le pide paso a acompañas… de tu Hijo Muerto y Resucitado.